INVESTIGACIÓN
La investigación se centra en comprender cómo se viven estos trayectos desde la experiencia corporal y emocional.
Para ello, se analizan no solo las condiciones físicas de las calles —banquetas rotas, puentes inaccesibles, falta de alumbrado—, sino también el impacto psicológico que genera caminar con miedo al acoso, la violación o el asalto.
Este enfoque combina la documentación de la infraestructura con testimonios directos, lo que permite cruzar datos tangibles con percepciones subjetivas y dar voz a realidades que suelen permanecer invisibles en los estudios de movilidad urbana.